Tratamiento de bruxismo

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósito funcional. Afecta a un 70% de la población y puede producir insomnio, dolor de cabeza y en músculos de la mandíbula y cuello, y en ocasiones afecta al oído. Esta patología suele llevar asociado problemas de articulación temporomandibular.
Las principales causas son el estrés y trastornos del sueño.

Existen dos tipos de bruxismo: céntrico (apretamiento) y excéntrico (frotamiento); y puede ser nocturno, o diurno. Éste último, aprieta habitualmente también durante la noche. Por lo general, el paciente bruxómano nocturno no es consciente de su problema, siendo habitualmente la pareja la que lo diagnostica, o el profesional que observa los desgastes anormales en los dientes.

El tratamiento consiste en dar unas pautas para la modificación de hábitos diurnos, y colocar una férula de descarga adaptada para usar mientras dormimos, cuya misión consiste en relajar la musculatura de la articulación para gradualmente conseguir disminuir los síntomas.

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